Carpe Diem

En el año 1965 y bajo el gobierno del ex presidente de Chile Arturo Frei Ruiz-Tagle, nace la primera Reforma Educacional, la cual tuvo como objetivo inicial el posibilitar la igualdad en el acceso al sistema educativo e integrar al estudiante a la comunidad mediante una educación que los preparaba para el trabajo.

Ya en pleno siglo XXI sigue este anhelo empírico de reformar la educación, manteniendo como objetivo transversal la igualdad al ingresar al sistema educativo pero ahora más con un afán liberalizador que instructivo. Actualmente los recursos didácticos distan de los antiguamente utilizados: Mientras en aquellos años un alumnos sólo trabajaban entre lápices, cuadernos y grandes enciclopedias, hoy en día vemos como estos materiales han sido en parte reemplazados por las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Para entender cabalmente la base de nuestro actual sistema educativo es necesario entender que son las TIC. Según la definición de Wikipedia (que a mi me pareció bastante clara y completa), las TIC son “un conjunto de servicios, redes, software y dispositivos que tienen como fin la mejora de la calidad de vida de las personas dentro de un entorno, y que se integran a un sistema de información interconectado y complementario. Esta innovación servirá para romper las barreras que existen entre cada uno de ellos”, lo que reafirma el afán liberalizador de la actual educación. También podemos concluir que la base educativa actual se encuentra en el uso de un computador y, por supuesto, de Internet.

Hace más de una década fue creado el proyecto ENLACES, el cual busca “introducir en las prácticas docentes nuevos métodos de enseñanza/aprendizaje que contemplen el uso de las TIC como instrumento cognitivo (aprender con las TIC) y para la realización de actividades interdisciplinarias y colaborativas, y de esta forma impactar la calidad de la educación” (Estrategia, www.enlaces.cl) , es decir, se busca la integración del computador en el aula y en las prácticas de enseñanza /aprendizaje.

Hoy en día se cuenta, a lo largo del país, con más de 10.000 establecimientos educacionales con una base tecnológica de un enorme potencial educativo, lo cual se refleja en que el 95% de los estudiantes cuentan con computadores en sus escuelas (promedio de 26 alumnos por computador) y el 75 de ellos accede a Internet (60% banda ancha), lo que constituye la mejor infraestructura escolar de TIC en Latinoamérica.

A pesar de las alentadoras estadísticas aún podemos ver cómo siguen existiendo escuelas con su sala de computadores en desuso debido a los altos costos de mantención asociados. Aún estamos lejos de la equidad digital, resultando muchas de las escuelas municipales y rurales las más afectadas, pero, como bien dice el dicho: “la esperanza es lo último que se pierde”, esperaremos que esta situación cambie y la brecha digital existente sea, dentro de la menor cantidad de tiempo posible, totalmente anulada.